Desde nuestros antepasados la piedra natural ha sido un material imprescindible para la construcción. Con el paso de los años se han ido introduciendo nuevos materiales que han intentado imitar a nuestra madre naturaleza, pero sin conseguirlo.
La piedra natural posee unas virtudes que ningún otro material puede compararse. Es un perfecto aislante de humedades, frío y calor; ya que las viviendas construidas en piedra natural conservan prácticamente en su interior a lo largo del año la misma temperatura.
En los últimos años ha aumentado la demanda de piedra natural por la decoración y estética que provocan estos materiales, llegando a presentar hoy en día una amplia gama de tonalidades y texturas.